Historias liliputienses en realidad mixta (podcast #44)
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(The Tent)
Te acuerdas de Los viajes de Gulliver? ¿Qué te parecería sentirte como Gulliver en Liliput? Ese lugar de seres diminutos dónde tú serías gigante? Pues con la realidad mixta, ya puedes sentirte así.
Te recuerdo primero qué es la realidad mixta. Si me has ido escuchando he hablado mucho de realidad virtual y aumentada.
Cuando te pones unas gafas de realidad virtual, tu mundo alrededor desaparece y es substituido por uno creado por ordenador por el que te puedes mover.
En la realidad aumentada, que se experimenta habitualmente desde el móvil, sigues viendo a través de la cámara posterior tu entorno como fondo y en él aparecen los elementos digitales.
Pues bien, la realidad mixta es como una realidad aumentada pero avanzada, en la que lo que aparece en 3D tiene en cuenta el espacio físico en el que está.
Me refiero, por ejemplo, que si hay muebles, sabe que hay muebles y los tiene en cuenta. Si hay un personaje en 3D, pues no los atraviesa ni se superpone en ellos. El entorno funciona como una frontera física para ese personaje.
Por tanto, la realidad mixta interactúa con el entorno real. Además puedes interactuar con ella con las manos.
Imagina que pudieras ver una casa diminuta en la mesita de café de la tuya. Y luego ves a una pareja también diminuta que entra y sale charlando. A través de su historia reflexionas sobre lo complicado que es ser buena persona y qué se necesita para vivir de acuerdo con los valores de cada uno.
Durante los 21 minutos que dura la obra, ambientada en Los Ángeles, los puedes observar desde tu vista de gigante desde cualquier lugar. Te acercas, te alejas, te mueves a su alrededor.
Para que la puedas ver así, la obra de teatro ha utilizado diversas técnicas. Por un lado, han creado los escenarios tridimensionales y, por otro, han grabado los personajes con vídeo volumétrico. Si recuerdas, hablé de eso en el podcast número 40.
En The Tent, que es como se llama esta obra, eres una espectadora de tamaño gigante pero solo espectadora. No puedes incidir en el guión. No es interactiva. El director es Rory Mitchell. Es una obra de teatro tridimensional.
Ahora imagina que tuvieras unos personajes diminutos ante ti y pudieras cambiar el curso de lo que pasa tocando aquí y allá con tus propias manos.
Pues bien, eso es lo que ocurre en Wall Town Wonder, un videojuego en el que tienes que ayudar a construir una ciudad de tamaño liliputiense.
En el juego hay 100 edificios que se pueden construir y la manera en que se desarrolla la construcción de la ciudad depende de lo que cada jugador gigante decida hacer en ella.
En la construcción de esa ciudad no estás sola tú como gigante, sino que tu labor es ayudar a los 40 personajes diminutos que van a hacerlo.
Este videojuego está hecho para las últimas versiones de gafas Oculus, de Meta, que integran la tecnología de realidad mixta. Por tanto, interpretan el espacio que te envuelve para adecuar la dimensión del videojuego a la sala de tu casa.
Estas narrativas liliputienses están aprovechando las posibilidades que la realidad aumentada y la realidad mixta ofrecen para crear historias tridimensionales sin que pierdas de vista el espacio físico.
Van a aparecer muchas más, porque siguen apareciendo nuevos dispositivos que apuestan por ella. De hecho, es una tendencia lógica para expandir las historias y los contenidos tridimensionales.
Recientemente la red social Snapchat ha anunciado el lanzamiento de unas gafas de realidad mixta que no se distinguen mucho de unas gafas normales.
Tienen claro que para que el consumo digital sea realmente tridimensional, es preciso que la experiencia de usuario, ya sea en móviles o gafas, sea cómoda e intuitiva.