Contrata a mi doble (podcast #24) - Eva Domínguez

8.11.23

Contrata a mi doble (podcast #24)
Esto es una transcripción del podcast. Podrás encontrar todos los episodios en las siguientes plataformas:
(imagen creada con Stabble Diffusion)

 
¿Te gustaría tener un doble que trabajara por ti? Ya debes saber que la idea no es nueva, especialmente entre figuras políticas. Algunos delegaron bastante.

Es conocido como el dictador ruso Stalin tuvo varios dobles que lo representaban en distintas ocasiones. Uno de ellos llegó a suplantarle en el balcón del mausoleo de la Plaza Roja en un desfile en 1945 que se grabó y emitió por televisión.

Pues al parecer nadie se dio cuenta. También se ha especulado mucho sobre si Franco tenía un doble o no.

Hoy día ese tipo de suplantación es mucho más difícil. En una sociedad tan audiovisual y digital el engaño duraría poco con un doble de carne y hueso.

Pero ¿estamos preparados para distinguirlos si el doble es digital? Pues cada vez menos. La suplantación digital de alguien tiene muchos riesgos cuando no es ética, o es ilegal y malintencionada, o cuando contribuye a la confusión. He comentado algunos de estos aspectos en el capítulo 6 Resucitados digitales y en el 16 influencers virtuales.

Hoy quiero hablar de algunas de las ventajas de tener un doble digital. ¿Qué ocurre si ese doble lo has encargado tú y es de tu propiedad? Es una representación en 3D de altísima calidad de ti misma que sería difícil de distinguir de tu imagen en un entorno virtual.

Hablo de un avatar que se mueve y habla igual que tú, con tus gestos y expresividad. Podrías utilizarlo para representarte en espacios digitales o en trabajos audiovisuales. Y si alguien lo quisiera contratar, tú obtendrías los beneficios. Es decir, tú eres el propietario de una representación tuya que tú has elegido y quien quiera utilizarla está contratando una parte de ti que es digital. Es una extensión de tu identidad en el mundo virtual.

Ahora mismo no se me ocurre quién podría estar interesado en contratar mi yo virtual, si lo tuviera, pero piensa en las profesiones donde tiene un valor evidente ahora mismo. Actores, cantantes, artistas de todo tipo.

Y ya está pasando. La empresa Hyperreal crea humanos digitales a imagen y semejanza de sus clientes, quienes controlan sus derechos de explotación licenciando su uso. Por tanto, si eres una actriz, por ejemplo, y alguien quiere utilizar tu doble digital tú decides cómo y por cuánto. Hasta ahora no era sí.

Entre sus clientes está Paul McCartney, quien ha elegido rejuvenecerse en su doble digital. Representa unos 20 años y ha creado un videoclip con él, el de la canción Find my way. Y gracias a esa imagen ha llegado a audiencias que no sabían quien era.


Así que aunque estés en la edad de jubilarte tu doble puede seguir trabajando por ti. Y, eternamente si quisieras. Porque puedes dejarlo como un legado inagotable a tus herederos. De hecho, quienes ostentan los derechos de representación legal una vez la persona ha fallecido pueden resucitarle digitalmente. Si es un cantante, aún podría seguir actuando.

Es el caso del rapero The Notorious B.I.G., que murió en 1997. Pues bien, su familia ha creado su doble digital y ha actuado también en un video clip.

Hyperreal también ha hecho otros dobles de famosos fallecidos, como Pelé, y tiene una enorme demanda entre actores y actrices en activo.

Ahora mismo es un tipo de servicio bastante exclusivo. La creación de estos dobles digitales utiliza técnicas muy avanzadas.

Y no es casual porque el equipo de Hyperreal tiene una gran experiencia en efectos visuales en Hollywood.

Al margen del hiperrealismo de los avatares, lo que me parece muy interesante de este modelo es que otorga el control de la identidad digital a sus propietarios reales que pueden decidir su uso. En un momento en que vemos tantas suplantaciones hechas sin permiso, este modelo es una muestra de por dónde sí debemos avanzar para tener la soberanía sobre nuestra imagen.

Los avatares, nuestras representaciones digitales van a ser una extensión de nuestra identidad en el ámbito digital y necesitamos modelos y fórmulas no solo para protegerla sino para crear nuevas formas de utilizarla. Y ya veréis como se nos ocurren un montón.