Realidad virtual contra el estrés (podcast #20) - Eva Domínguez

28.7.23

Realidad virtual contra el estrés (podcast #20)
Esto es una transcripción del podcast. Podrás encontrar todos los episodios en las siguientes plataformas:

(imagen creada con Stable Diffusion)

 
¿Crees que hay alguna conexión entre la realidad virtual y el estrés? Quizá no de la manera que imaginas.

Una vez leí que si retiráramos de las farmacias todos los medicamentos que se recetan contra la ansiedad y el estrés nuestra sociedad se colapsaría. Me impresionó muchísimo, la verdad.

Por que dice mucho del desequilibrio emocional y mental con el que vivimos y que hemos normalizado como sociedad. Hay mucha gente que no puede con su día a día.

Hablo del estrés negativo porque también hay un estrés positivo, el que nos mantiene alerta para que podamos hacer cosas. y que no nos hace enfermar.

Pero del que hablo es el estrés negativo. Es ese estrés que se activa en situaciones nuevas o impredecibles, o que nos dan una sensación de falta de control o incluso nos sentimos amenazadas.

Se ve que el estrés aumenta unas hormonas que actúan en todos los sistemas del organismo, por lo que tiene una relación directa con el 70% de las enfermedades. Poca broma.


Cuando estamos estresados nuestro sistema inmunitario cae en picado y el organismo se queda sin defensas.

Si la situación se cronifica tomamos medicamentos para paliar los síntomas.

Pues bien, hay quien piensa que la realidad virtual puede sustituir a la química.

Como sabes cuando usas estos dispositivos te puedes evadir sensorialmente.

Al ponerte unas gafas de realidad virtual, todo lo que te rodea desaparece en tu percepción y es sustituido por un mundo virtual con sus propios sonidos. La sensación es que estás en otro lugar.

Si lo que te estresa es tu día a día, pues ya ha desaparecido.

Así que puede ayudarte a recuperar tu equilibrio. El potencial de las tecnologías inmersivas es amplio, como he hablado en el capítulo 11, Fantasía contra el dolor.

Se está invirtiendo mucho dinero en ello. 

Por ejemplo, la clínica Mayo, en Estados Unidos ha invertido en Healium, una startup que utiliza estas tecnologías para paliar el estrés y el agotamiento.


Tienen programas para que puedas relajarte y meditar con realidad virtual. Hasta aquí nada especialmente nuevo, ¿verdad? Pero es que, además, lo combinan con unas cintas que te puedes poner alrededor de la cabeza y una aplicación sincronizada con tu reloj inteligente.

La cinta en la cabeza detecta tus ondas cerebrales, y ajusta la experiencia visual y auditiva a ellas.

También han creado una aplicación en realidad aumentada emparejada con Apple Watch. Si tu frecuencia cardiaca es demasiado alta lo que ves se ajusta para ayudar a calmarte.

Healium explica en su web que su sistema les permite generar, modificar y recomendarte contenido inmersivo a partir tu actividad cerebral, tu frecuencia cardíaca, la respuesta de tu piel o tu presión arterial.


Si el efecto es el que comentan, esta propuesta contribuiría a reducir la medicación. El objetivo según la empresa es que las personas vayan reconociendo las señales que su cuerpo les da y aprendan a autorregularse.

También puede pasar que no lo hagamos y sustituyamos la dependencia de los fármacos por la dependencia de la evasión inmersiva.
 
A mi este caso me lleva a dos reflexiones. Por un lado, pienso en qué momento nos hemos desconectado tanto de nosotros mismos que tengan que aparecer propuestas para volver a escucharnos y saber autorregularnos.

La idea de utilizar las tecnologías inmersivas para reducir el estrés, me parece una propuesta interesante pero me gustaría aún más que no tuviéramos que acudir ni a pastillas ni a gadgets.

Por otro lado, pienso en la puerta que se abre para generar historias personalizadas que se adapten a cómo la experimenta cada uno de nosotros en cada momento.


Que en función de si se nos acelera el pulso o nuestras ondas cerebrales sean de un tipo u otro el contenido sea distinto.
 
Es decir, que el contenido sabe cómo te sientes y reacciona a él. Son historias que pueden tomar múltiples formas y ser más efectivas. En la inmersión hay menos análisis y pensamiento crítico porque no hay distancia suficiente. Tiene un impacto emocional más alto.

Le veo muchas posibilidades constructivas y otras muchas que no tanto, como siempre. Habrá que prepararse para todas.