Taiwán y la democracia digital (podcast #39) - Eva Domínguez

31.5.24

Taiwán y la democracia digital (podcast #39)
Esto es una transcripción del podcast. Podrás encontrar todos los episodios en las siguientes plataformas:
(CC0)


Dentro de poco nos toca votar. ¿No te preguntas a menudo cómo puede ser que con toda la tecnología que tenemos solo podamos decidir una vez cada cuatro años?

Por supuesto que es posible y Taiwán lo está demostrando.
 
Quizá recuerdas las protestas de Taiwán de hace diez años. Miles de personas tomaron la calle y ocuparon los edificios del Gobierno durante casi un mes.

Lo hicieron para evitar un acuerdo comercial que el gobierno taiwanés estaba negociando con China y que suponía perder su autonomía. Los taiwaneses no estaban dispuestos a perder lo que habían conseguido en 1949.

Las protestas las lideraron estudiantes y activistas, bajo el nombre del movimiento Girasol. Consiguieron su objetivo y el presidente, Ma Ying-jeou, les invitó a crear una plataforma para comunicarse con la juventud del país.

La plataforma permitía a los ciudadanos discutir propuestas de ley. La idea era ayudar a los legisladores.

Hay que recordar que Taiwán celebró sus primeras elecciones presidenciales en 1996. Por tanto, cuenta con menos tradición democrática que la mayoría, pero quizá por eso precisamente la defienden tan intensamente.

El caso es que en el movimiento Girasol estaba Audrey Tang, que hoy día es ministra digital del país. Por tanto, la semilla de aquellas protestas explica cómo Taiwán ha llegado a liderar la democracia digital en el mundo.


Está basada en tres principios. Son la transparencia radical, la participación cívica y el consenso aproximado.

La transparencia radical implica, por ejemplo, que toda conversación que ella pueda tener con cualquier persona que la consulte estará disponible en Internet. Nada que esconder. Ella dedica un día a la semana para hablar con gente de diez de la mañana a diez de la noche en un coworking.

El segundo principio es la participación cívica, que articulan a través de muchas fórmulas. Por ejemplo, si unos innovadores tienen una idea que puede mejorar el transporte y consideran que la normativa actual no lo permite, el gobierno puede acceder a probarla durante un año. Si tras ese tiempo ha funcionado, se implementa.

Pero para saber si las cosas funcionan, la gente la tiene que probar y han de obtenerse datos. La iniciativa además ha de promover objetivos sociales y medioambientales.

Por lo tanto, el gobierno se pone en una posición mediadora entre las ideas innovadoras y la ciudadanía. Para saber cuál es la mejor opción se busca el consenso.


En Taiwán el ancho de banda digital es un derecho fundamental, por lo que no solo está en todos lados, sino que su precio está regulado.

Eso permite que se pueda opinar sobre cualquier iniciativa de forma sencilla. Los procesos duran alrededor de un mes.

Con este sistema se visualizan cuáles son los valores comunes sobre los que la mayor parte de gente está de acuerdo. Es lo que Tang llama el consenso aproximado, el tercer principio de este sistema de democracia digital.

Curiosamente, se puede estar en acuerdo o desacuerdo con una opinión, pero no existe la posibilidad de responder. Eso ahuyenta a los que hacen ataques directos. A los trolls, vaya.

La tecnología se convierte en una ayuda al cambio, sin embargo no sustituye la conexión personal.

Tang viaja por todo el país para conocer las necesidades de las comunidades y hace videoconferencias con los responsables gubernamentales para escuchar los problemas y las iniciativas de cada población.

Está difundiendo su mensaje sobre una tecnología al servicio de las personas y no de las grandes corporaciones. Por cierto, trabajan con tecnologías de código abierto.

Tang finalizaba una charla TedXVitoriaGasteiz reemplazando muchas de las expresiones comunes tecnológicas por otras que ponen en el centro a las personas.

En lugar de Internet og things, Internet of beings (de seres humanos)

En lugar de Machine learning, Collaborative learning (aprendizaje colaborativo).´

En lugar de Virtual Reality, Shared Reality (realidad compartida)

En lugar de User experience, human experience (experiencia humana)

Y en lugar de destacar la singularidad, destaca la pluralidad.

Yo no puedo ser más fan de Audrey Tang.