Teatro inmersivo (podcast #34) - Eva Domínguez

22.3.24

Teatro inmersivo (podcast #34)
Esto es una transcripción del podcast. Podrás encontrar todos los episodios en las siguientes plataformas:

(Imagen creada con Dall-e)



¿Te imaginas convertirte en el personaje principal de una historia y que no solo pudieras ver o escuchar como si fueras ese personaje sino que también pudieras tocar o abrazar a otros que forman parte de la historia?

Y me refiero a una experiencia realmente tangible, no de algo imaginado. Te pongo un ejemplo.

Te llamas Jordan y eres un niño de 5 años. Estás en tu casa, la casa de tu infancia, solo que está dibujada en blanco y negro. Es curioso porque te puedes mover por ella. Estás dentro de ella. Estás en una casa dibujada. Tú también estás dibujado. Puedes ver tus manos como si estuvieran dibujadas a tinta china.

Tu madre entra en la casa. También está dibujada, como tú, en blanco y negro.

Es hora de ir a dormir y te acompaña a tu habitación, donde hay una cama dibujada en la que te tumbas. La sientes igual que sientes como tu madre te arropa. Tocas y sientes en ese mundo dibujado.

Lo que te acabo de contar es parte de una obra de teatro titulada Draw me close, que se estrenó en 2017.

Fue una coproducción británico-canadiense que combinaba la realidad virtual y la ilustración en una obra de teatro.

Como participante podías ser elegida para ponerte en la piel del protagonista gracias a unas gafas de realidad virtual y personificar a Jordan, que recuerda la relación con su madre.
La madre es una actriz de carne y hueso en el escenario que aparece en la realidad virtual también como un personaje dibujado.
El autor y director, Jordan Tannahill rompe la convención de la cuarta pared con una obra elogiada por su impacto emocional y puesta en escena.

Como sabes, la cuarta pared es esa barrera invisible que separa la obra de ficción con tu mundo real. Es una barrera que mantiene a la espectadora al otro lado de la obra. Ahí estás protegida y a salvo.

Cuando se rompe la cuarta pared, se busca involucrar de forma más intensa al público. Hay a quien le gusta y hay a quien le incomoda.

Draw me close es un caso de eliminación total de la cuarta pared.

Es un ejemplo de teatro inmersivo. Es inmersión narrativa al 100%.

En este caso, se cumplen al 100 % lo que desde mi punto de vista son las dos características de la inmersión narrativa: el sentirse transportado a otro mundo narrativo y el poder actuar en él.

Y digo al 100 % porque en la inmersión hay grados e intensidades.

Para sentirse transportado a otro mundo narrativo, no es necesario utilizar realidad virtual. Hay gran cantidad de recursos. Uno de los principales artefactos inmersivos que existen es el libro, la literatura.

Si te ha enganchado un libro hasta el punto de olvidarte de dónde estás y qué hora es, ya sabes de qué te hablo. Por lo tanto, hay muchas fórmulas para la inmersión narrativa. En el teatro, también.

Te cuento otro ejemplo. La obra se llama Isekai: historia d'un segrest.

Escrita y dirigida por Loredana Volpe, cuenta la historia de una chica que vuelve a su país después de 15 años.

Sufre un secuestro. La protagonista es jugadora de videojuegos y es ahí, en ese mundo del videojuego, donde tendrá que superar las pruebas para volver sana y salva.

La obra sumerge al espectador en un universo de brujos, espadas, combates y suma de puntos y niveles propio del videojuego. Se consigue gracias a una puesta en escena asesorada por Jimena Tormo, especialista en entornos inmersivos. Desde aquí, una vez más enhorabuena, Jimena.

En Isekai hay una inmersión evidente en el mundo narrativo a través de 3 pantallas que sumergen a los espectadores en el videojuego.

Aunque no hay participación física, la historia engancha hasta el final.

En un momento en que la etiqueta inmersiva se cuelga al lado de tantos espectáculos, esta obra nos recuerda que el principal elemento para la inmersión es que los recursos sean adecuados a la historia.

Sin historia podemos crear entornos sensoriales, pero no narrativas inmersivas.

Isekai ha contado con muy pocos medios, comparado con otras producciones que utilizan el mismo adjetivo. Por eso el mérito es mucho mayor.

Obras como Isekai y Draw me close nos recuerdan que el teartro inmersivo es primero teatro, por lo que todo lo que no esté al servicio de lo que se cuenta es fuego de artificio.

Y en el mundo de las tecnologías inmersivas y su gran capacidad de crear entornos mágicos es muy tentador perderse en sus posibilidades.